años Buda convocó a todos los animales a reunirse con él para celebrar el año nuevo. Sólo acudieron doce, y Buda decidió dar el nombre de cada animal a un año de forma sucesiva según el orden de llegada a la celebración. Así, todos los nacidos en cada año adquirirían la personalidad del animal correspondiente. Además, las características del animal influirían sobre los acontecimientos del año. 2005 ha sido el año del gallo, un animal valiente, aplicado y trabajador, si bien algo tosco y presuntuoso. A finales de enero se celebrará un nuevo año chino: el del perro. Un animal fiel, fuerte, con capacidad de recuperación, hábil, con recursos, fiable. Son cualidades que la economía necesitará a lo largo de 2006 para consolidar la marcha algo accidentada del año que acaba, el del récord del precio del petróleo y de los sustos de los huracanes, pero un buen año en términos de crecimiento, después de todo.
El 2006 se corresponde con el año 4704 en China, calculado a partir del nacimiento del primer emperador de china, Emperador Amarillo, o Huangdi. La cultura china está llena de supersticiones, lo que hace a sus ciudadanos prepararse especialmente para la llegada del Nuevo Año, saldando sus deudas y cumpliendo con algunos rituales imprescindibles para asegurarse la suerte en el futuro. Las celebraciones comienzan quince días antes por lo que en esta ocasión, todo empieza el día 15 de enero. Durante estos días, las casas se adornan con todo tipo de faroles, se colocan bandas de papel de diversos colores, hay fuegos artificiales y en las principales ciudades del país se presentan las más variadas óperas y distintos eventos culturales. Por supuesto, la llegada del Año también se ve representada en la gastronomía. Se comen las clásicas bolas de arroz, los fideos, que representan la longevidad, y carne de cerdo o de pollo aderezada con salsas diversas. El día 29 de enero tendrá lugar la ceremonia de las linternas y el desfile del dragón, mediante los cuales se dará por fin iniciado el Año del Perro. Las linternas las suelen fabricar los niños en sus casas con papeles de colores y diversas fuentes de luz. Con ellas salen a la calle a ver el desfile del dragón, siempre precedido por acróbatas y bailarines que alegran el ambiente y danzan por las calles. El gran dragón suele ser una construcción inmensa que desfila sobre multitud de brazos que la sostienen desde abajo. Todo esto, iluminado por las linternas y con fuegos artificiales de fondo es un espectáculo que te deja sin palabras.
El Año Nuevo Chino se celebra en la segunda Luna Nueva después del 21 de diciembre, en el 2006 este día es el 29 de enero y da comienzo al año del Perro de Fuego. El símbolo antiguo para el signo Perro era una mano sosteniendo un arma: el Perro no es un simpático cachorrito sino un cancerbero que defiende fieramente su territorio y muchos de los sucesos que ocurren en el año del Perro tienen que ver con la territorialidad o la defensa de un territorio. Murallas que se levantan (la Cortina de Hierro, 1946), invasiones, guerras civiles, gobiernos nacionalistas...en Argentina un año del Perro (1982)coincidió con la guerra de Malvinas. Así que no debemos esperar que el año del Perro sea precisamente pacífico. En el último año del Perro de Fuego, el mundo recién salía de la II° Guerra Mundial y a pesar de eso, nuevos conflictos, como el de Vietnam, ya estaban iniciándose. Fue además en otro año del Perro que EEUU ingresó a la guerra de Vietnam (1970, Perro de Metal).
El año del Perro, entonces, será un período en el que la vida nos marcará muy claramente los límites. No ha de ser por eso un año necesariamente malo, pero lo bueno en todo caso emergerá después de una lucha o un conflicto en el que nuestros intereses y los de otros se opondrán mutuamente. El período que va desde el 23 de septiembre al 22 de octubre puede ser el que traiga los más fuertes conflictos y es muy posible que las pruebas del Año del Perro tengan relación con el hogar: problemas afectivos, alejamiento, falta de vivienda o problemas con relación a la misma. La resolución de estos conflictos dependerá de la habilidad, la fuerza y la resistencia de cada uno de nosotros.
El 2006 se corresponde con el año 4704 en China, calculado a partir del nacimiento del primer emperador de china, Emperador Amarillo, o Huangdi. La cultura china está llena de supersticiones, lo que hace a sus ciudadanos prepararse especialmente para la llegada del Nuevo Año, saldando sus deudas y cumpliendo con algunos rituales imprescindibles para asegurarse la suerte en el futuro. Las celebraciones comienzan quince días antes por lo que en esta ocasión, todo empieza el día 15 de enero. Durante estos días, las casas se adornan con todo tipo de faroles, se colocan bandas de papel de diversos colores, hay fuegos artificiales y en las principales ciudades del país se presentan las más variadas óperas y distintos eventos culturales. Por supuesto, la llegada del Año también se ve representada en la gastronomía. Se comen las clásicas bolas de arroz, los fideos, que representan la longevidad, y carne de cerdo o de pollo aderezada con salsas diversas. El día 29 de enero tendrá lugar la ceremonia de las linternas y el desfile del dragón, mediante los cuales se dará por fin iniciado el Año del Perro. Las linternas las suelen fabricar los niños en sus casas con papeles de colores y diversas fuentes de luz. Con ellas salen a la calle a ver el desfile del dragón, siempre precedido por acróbatas y bailarines que alegran el ambiente y danzan por las calles. El gran dragón suele ser una construcción inmensa que desfila sobre multitud de brazos que la sostienen desde abajo. Todo esto, iluminado por las linternas y con fuegos artificiales de fondo es un espectáculo que te deja sin palabras.
El Año Nuevo Chino se celebra en la segunda Luna Nueva después del 21 de diciembre, en el 2006 este día es el 29 de enero y da comienzo al año del Perro de Fuego. El símbolo antiguo para el signo Perro era una mano sosteniendo un arma: el Perro no es un simpático cachorrito sino un cancerbero que defiende fieramente su territorio y muchos de los sucesos que ocurren en el año del Perro tienen que ver con la territorialidad o la defensa de un territorio. Murallas que se levantan (la Cortina de Hierro, 1946), invasiones, guerras civiles, gobiernos nacionalistas...en Argentina un año del Perro (1982)coincidió con la guerra de Malvinas. Así que no debemos esperar que el año del Perro sea precisamente pacífico. En el último año del Perro de Fuego, el mundo recién salía de la II° Guerra Mundial y a pesar de eso, nuevos conflictos, como el de Vietnam, ya estaban iniciándose. Fue además en otro año del Perro que EEUU ingresó a la guerra de Vietnam (1970, Perro de Metal).
El año del Perro, entonces, será un período en el que la vida nos marcará muy claramente los límites. No ha de ser por eso un año necesariamente malo, pero lo bueno en todo caso emergerá después de una lucha o un conflicto en el que nuestros intereses y los de otros se opondrán mutuamente. El período que va desde el 23 de septiembre al 22 de octubre puede ser el que traiga los más fuertes conflictos y es muy posible que las pruebas del Año del Perro tengan relación con el hogar: problemas afectivos, alejamiento, falta de vivienda o problemas con relación a la misma. La resolución de estos conflictos dependerá de la habilidad, la fuerza y la resistencia de cada uno de nosotros.
El Perro ignora las delicadezas: requiere de dureza y de perseverancia. Pero el Perro es esencialmente imparcial y justiciero: el resultado no será nunca torcido los límites se establecerán en donde corresponda y si estalla el conflicto será simplemente porque hay un desequilibrio que compensar. En ese sentido el Perro nos recuerda a la ley del Karma: causa y efecto.
Podemos lograr muchas cosas en el año de Perro, pero ninguna será gratuita.
El Perro nos exigirá que nuestras cuentas estén al día y nuestras deudas, saldadas. Todo hemos de pagarlo con nuestro esfuerzo, en su justo valor.
Tengamos por seguro que recibiremos la recompensa justa según el grado de nuestro esfuerzo y dedicación.
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