Obras maestras del terror
Frases de argentinos que les recordaràn una ominosa historia que no fue cuento...
Lectoras y lectoras, si son impresionables, abstèngnase de seguir leyendo.
Protagonistas de facto o gracias al fatto
anche los osbsecuentes anònimos obediencia debida:
¿Sabe usted dónde está su hijo en este momento?
(Mensaje publicitario oficial, 1976/77)
No, no se podía fusilar.
Pongamos un número, pongamos cinco mil.
La sociedad argentina no se hubiera bancado los fusilamientos:
ayer dos en Buenos Aires, hoy seis en Córdoba,
mañana cuatro en Rosario, y así hasta cinco mil.
No había otra manera.
Todos estuvimos de acuerdo en esto.
Y el que no estuvo de acuerdo se fue.
¿Dar a conocer dónde están los restos?
¿Pero, qué es lo que podemos señalar?
¿En el mar, el Río de la Plata, el riachuelo?
Se pensó, en su momento, dar a conocer las listas.
Pero luego se planteó: si se dan por muertos,
enseguida vienen las preguntas que no se pueden responder:
quién mató, dónde, cómo.
(Declaración de Videla del libro "El dictador",
de María Seoane y Vicente Muleiro)
Primero mataremos a todos los subversivos,
luego mataremos a sus colaboradores,
después... a sus simpatizantes, enseguida...
a aquellos que permanecen indiferentes,
y finalmente mataremos a los tímidos.
(General Ibérico Saint Jean.
Gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Mayo de 1977)
El Mundial tenemos que jugarlo todos los argentinos.´
(Slogan Oficial del Mundial 78)
Los argentinos somos derechos y humanos.
(Leyenda popularizada en una calcomanía
durante la visita de la Comisión Interamericana
de Derechos humanos,
que vino en 1979 a constatar la represión ilegal)
Las urnas están bien guardadas.
(General Leopoldo Galtieri, 1981)
Si quieren venir, que vengan.
(General Leopoldo Galtieri,
en alusión a los ingleses, 1982)
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