lunes, febrero 13, 2006

El poder de la palabra












Huellas, marcas.
La palabra siempre es una marca,
un estigma,
un signo,
una inscripción en el tiempo.
Y se hacen (las marcas, los estigmas, los signos) para advertir,
para comunicar,
para expresar,
para detener lo fugitivo,
es decir, contra la muerte.
En la coordenada espacio tiempo que nos toca vivir,
lo sagrado se encuentra en la poesía,
que detiene el tiempo,
suspende el espacio.
Gatafloradeatar




" Cuando imagino suicidarme por una llamada telefónica que no llega, se produce una obscenidad tan grande como cuando, en Sade, el papa sodomiza a un pavo. Pero la obscenidad sentimental es menos extraña, y eso es lo que la hace más abyecta; nada puede superar el inconveniente de un sujeto que se hunde porque su otro adopta un aire ausente, mientras existen todavía tantos hombres en el mundo que mueren de hambre, mientras tantos pueblos luchan duramente por su liberación... "
Fragmentos de un discurso amoroso (fragmento)









" Ese proyecto es loco, puesto que lo imaginario es precisamente definido por su coalescencia (su engrudo), o todavía más: su poder de impregnación: nada, de la imagen, puede ser olvidado; una memoria extenuante impide abandonar a voluntad el amor, en suma, habitarlo sabiamente, razonablemente. Puedo muy bien imaginar procedimientos para obtener la circunscripción de mis placeres (convertir la escasez de frecuentación en lujo de la relación, a la manera epicúrea; o, más aún, considerar al otro como perdido, y por lo tanto experimentar, cada vez que el vuelve, el alivio de una resurrección), pero es un vano trabajo: la miseria amorosa es indisoluble; se debe sufrir o salirse: arreglar es imposible (el amor no es didáctico ni reformista). "
Circunscribir (fragmento)
Roland Barthes(Francia, 1915-1980)




«El lenguaje es una piel: yo froto mi lenguaje contra el otro. Es como si tuviera palabras a guisa de dedos, o dedos en la punta de mis palabras. Mi lenguaje tiembla de deseo. La emoción proviene de un doble contacto: por una parte, toda una actividad discursiva viene a realzar discretamente, indirectamente, un significado único, que es “yo te deseo”, y lo libera, lo alimenta, lo ramifica, lo hace estallar (el lenguaje goza tocándose a sí mismo); por otra parte, envuelvo al otro en mis palabras, lo acaricio, lo mimo, lo converso acerca de estos mimos, me desvivo por hacer durar el comentario al que someto la relación.»

“La conversación"
Fragmentos de un discurso amoroso





"Todo esfuerzo consiste en materializar el placer del texto, en hacer del texto un objeto de placer como cualquier otro.
El Placer del texto

EXILIO.

Al decidir renunciar al estado amoroso,

el sujeto se ve con tristeza exiliado de su Imaginario.

El exilio es una especie de largo insomnio.

“trop penser me font amours” ( pensar demasiado me hacen los amores)

MONSTRUOSO

El sujeto se da cuenta bruscamente

que constriñe al objeto amado

en una red de tiranías: de piadoso se siente devenir mostruoso.





MUTISMO

El sujeto amoroso se angustia de que el objeto amado

responda parsimoniosamente, o no responda, a las palabras (discursos o cartas) que le dirige.

SUICIDIO

En el campo amoroso,

el deseo de suicidio es frecuente,

una pequeñez lo provoca.

TE AMO

La figura no remite a la declaración de amor,

a la confesión,

sino a la proferición repetida del grito de amor.

Pasada la primera declaración de amor, “te amo” no quiere decir nada; no hace sino retomar de una manera enigmática, hasta tal punto parece vacía, el viejo mensaje.


- BARTHES, Roland. Fragmentos de un discurso amoroso. Siglo veintiuno editores. México: 1982.

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