domingo, abril 30, 2006
miércoles, abril 26, 2006
Cartas de amores y desamores
Estàs ahì.
Al alcance de mi mano.
Ni siquiera necesito llamarte para que vuelvas a mis labios.
No quiero que me poseas , pero te extraño.
Quiero poseerte y como veràs, me he alejado de ti.
Me haces daño.
No se cuanto tiempo mis labios podràn vivir sin ti.
Jamás pensé que llegaría a separarme de ti y
bien es verdad que lo he ido superando,
pero en un principio eché de menos
la manera en que me sentía cuando estaba contigo.
Llegué a pensar que no podría superar tu pérdida,
pensé buscarte,
correr sin parar hasta encontrarte,
te buscaría por los mismos lugares,
por los mismos rincones o
por los mismos bares porque sé que estarías,
como siempre, esperándome.
Lo màs terrible es la ausencia.
Los interminables minutos de la asusencia.
No se si podrè pasar otro dìa sin un cigarrillo encendido en mis labios.
NO FUMO MASS!!!! no fumo màs??????????
Antes y despuès de los treinta y nueve y medio de fiebre.
Podrà esta Gataflora Posmoderna
sostener esta decisiòn no deseada
de abstenerme de fumar number ...?
ACTIMEL MATA MARLBORO LIGTH
martes, abril 18, 2006
Crònica de una Gataflora Boluda
Sabido es que soy una Gataflora.Como si esto fuese poco,ademàs, boluda.
Gataflora y Boluda.
Psicoanàlisis perpetuo. Diagnòsticos varios para agregar al gataflorismo y la boludez.Depresiòn.Stress en un nivel màximo.Una pinturita.
Acà ando por la city porteña.La que fue mi ciudad amada.
Inspiradora de poemas.Amada ciudad maldita.Primera parada 15.40 psicoanalista.
Por màs que preguntè y mirè con deseo el divàn,
fue cara a cara.Y no es que el rostro de mi analista sea desagradable.
Todo lo contrario.
Pero el divàn es mi hàbitat natural.En fin,
hoy vuelvo y mañana...no sè pero pasado sì y asì sin soluciòn de continuidad.
Segunda parada alimentar mis cèlulas adiposas
que estaban a punto de realizar un piquete
y buscar alojamiento ya que no tenia
sentido hacer otros cien kilòmetros y volver hoy.
Callao y Corrientes.
Cientos de carros de asalto y policias por doquier.
Teresa Vive y un montòn de enmascarados que de no haber estado en Argentina me hubiese hecho la ilusion de ver al Subcomandante Insurgente Marcos.
El Sup.Nada de eso.Taquicardia.
Negocios que iban bajando la persiana.
Corrientes se iba quedando desnuda de belleza.
El me habìa invitado a tomar una cerveza en la Giralda.
Yo me puse cabrona como consecuencia
del tsunami hormonal y porque soy una cabrona.
Le dije que no.
Pero a las 17.30 estaba sentada en la Giralda esperàndolo.
Boluda.
Nunca vino.
Con un dejo de melancolìa de lo que nunca vivì me fui silbando bajito
a buscar un hotel decente a precios decente.
Ahi descubrì que ademàs de gataflora y boluda soy turista en mi paìs. en mi ciudad.
No hablo inglès.Pero soy turista.Vivo a cien km pero soy turista.
La decencia de los precios no combinaba con la decencia de lo lugares.
Por cansancio entre en un hotel apenas decente con tarifas indecentes.
Y una vez recompuesta, la boluda volviò a recorrer el camino que supuestamente
me pondria en contacto con el.
Boluda.
Volvì a la Giralda munida de cuaderno y lapicera.
Cerveza negra pedìa mi sed.
Si me tomaba una botella me ponìa en pedo.Coca ligth con quesitos.
Escribì.El nunca llegò.Yo le habìa cortado el diàlogo.
Boluda.
Ivonne prepara esos churros rellenos de dulce
de leche y los baña en chocolate y si ella no los hace no importa.
Habìa que matar la angustia.
Contumacia de gataflora boluda.
Recordè la frase de mi amiga cubana "todo lo que sucede conviene"...
y sali a respirar el aire gris de mi ciudad.
Ya casi desierta.Solo algunos cartoneros.
Compre el diario Perfil.
Caminè y entrè en contacto conmigo misma.
Armonìa.
No es lo mismo ser una gataflora boluda que una gataflora boluda en armonia.
Mis pasos estan volviendo hacia mi misma.
Cuando gastè los tamangos
me reclui en mi la habitaciòn 119
a seguir disfrutando mi soledad como ahora.
Voy a consultar el ocncepto de boluda
que maneja mi amigo Dalmiro Sàenz y les cuento.
Continuarà
Las chicas de Flores Olvierio Girondo
Las chicas de Flores,
tienen los ojos dulces,
como las almendras azucaradasde la Confitería del Molino,
y usan moños de seda
que les liban las nalgas
en un aleteo de mariposa.
Las chicas de Flores,
se pasean tomadas de los brazos,
para transmitirse sus estremecimientos,
y si alguien las mira en las pupilas,
aprietan las piernas,
de miedo de que el sexo
se les caiga en la vereda.
Al atardecer,
todas ellas cuelgan
sus pechos sin madurar
del ramaje de hierro de los balcones,
para que sus vestidos
se empurpuren al sentirlas desnudas,
y de noche,
a remolque de sus mamás-empavesadas
como fragatas-van a pasearse por la plaza,
para que los hombresles eyaculen palabras al oído,
y sus pezones fosforescentes,
Las chicas de Flores,
viven en la angustiade que las nalgas se les pudran,
como manzanas que se han dejado pasar,
y el deseo de los hombres las sofoca tanto,
que a veces quisieran desembarazarse
de él como de un corsé,
ya que no tienen el coraje
de cortarse el cuerpo a pedacitos y arrojárselo,
a todos los que pasan por la vereda.
domingo, abril 16, 2006
Monona y Tucho
Verano 2006
Mar de las Pampas
Monona y Tucho
Mar de Las Pampas es un lugar maravilloso.
Ideal para conectarse con el cosmos y la naturaleza.
Para dejar que el cosmos penetre el espìritu.
Monona y Tucho, extasiados ante el lenguaje del mar, las caricias del sol,
bajo un cielo de paz.
Què màs puede pedir una mujer?
Tucho, fiel compañero de la vida cotidiana,
silencioso, sin reproches,
saltando de alegria al verla llegar,
la acompaña ademàs, en las vacaciones en Mar de Las Pampas y
en esta bùsqueda interior.
Ah...Tucho es màs joven que Monona.Mucho màs.
No es perfecto y educado , Tucho?
Ud. no soño tener un cachorro asì...?
(foto tomada por Marcelo, esposo de Monona ante Dios y ante la Ley )
sábado, abril 15, 2006
Serrat canta...

No esperes que un hombre muera
para saber que todo corre peligro,
ni a que te cuenten los libros
lo que están tramando ahí fuera.
No esperes a que te den los planos
para satisfacer tu curiosidad,
ni a que el aire también sea de pago
para gozar el placer de respirar.
No esperes golpes de suerte,
seguirás a su merced
mientras haya gente que
trafique con la muerte.
No esperes de ningún modo
que se dignen consentir
tu acceso al porvenir
los que hoy arrasan con todo.
No esperes a que se acaben
para desear las cosas más que nunca
ni a responder las preguntas
cuando los otros se callen.
No esperes el consentimiento
ni a que te proporcionen un manual,
ni a que el horóscopo te sea propicio,
ni a que el cielo te mande una señal.
domingo, abril 02, 2006
Mario Benedetti
PAUSA
De vez en cuando
hay que hacer una pausa
contemplarse a sí mismo
sin la fruición cotidiana
examinar el pasado
rubro por rubro
etapa por etapa
baldosa por baldosa
y no llorarse las mentiras
sino cantarse las verdades.
sábado, abril 01, 2006
Mi abuela —que no era tuerta— me decía:
«Las mujeres cuestan demasiado trabajo o no valen la pena. ¡Puebla tu sueño con las que te gusten y serán tuyas mientras descansas!
»No te limpies los dientes, por lo menos, con los sexos usados. Rehuye, dentro de lo posible, las enfermedades venéreas, pero si alguna vez necesitas optar entre un premio a la virtud y la sífilis, no trepides un solo instante: ¡El mercurio es mucho menos pesado que la abstinencia!
»No te limpies los dientes, por lo menos, con los sexos usados. Rehuye, dentro de lo posible, las enfermedades venéreas, pero si alguna vez necesitas optar entre un premio a la virtud y la sífilis, no trepides un solo instante: ¡El mercurio es mucho menos pesado que la abstinencia!

»Cuando unas nalgas te sonrían, no se lo confíes ni a los gatos. Recuerda que nunca encontrarás un sitio mejor donde meter la lengua que tu propio bolsillo, y que vale más un sexo en la mano que cien volando».
Pero a mi abuela le gustaba contradecirse, y después de pedirme que le buscase los anteojos que tenía sobre la frente, agregaba con voz de daguerrotipo:
«La vida —te lo digo por experiencia— es un largo embrutecimiento. Ya ves en el estado y en el estilo en que se encuentra tu pobre abuela. ¡Si no fuese por la esperanza de ver un poco mejor después de muerta!...
»La costumbre nos teje, diariamente, una telaraña en las pupilas. Poco a poco nos aprisiona la sintaxis, el diccionario, y aunque los mosquitos vuelen tocando la corneta, carecemos del coraje de llamarlos arcángeles. Cuando una tía nos lleva de visita, saludamos a todo el mundo, pero tenemos vergüenza de estrecharle la mano al señor gato, y más tarde, al sentir deseos de viajar, tomamos un boleto en una agencia de vapores, en vez de metamorfosear una silla en transatlántico.
»Por eso —aunque me creas completamente chocha— nunca me cansaré de repetirte que no debes renunciar ni a tu derecho de renunciar. El dolor de muelas, las estadísticas municipales, la utilización del aserrín, de la viruta y otros desperdicios, pueden proporcionarnos una satisfacción insospechada. Abre los brazos y no te niegues al clarinete, ni a las faltas de ortografía. Confecciónate una nueva virginidad cada cinco minutos y escucha estos consejos como si te los diera una moldura, pues aunque la experiencia sea una enfermedad que ofrece tan poco peligro de contagio, no debes exponerte a que te influencie ni tan siquiera tu propia sombra.
»¡La imitación ha prostituido hasta a los alfileres de corbata!»
Oliverio Girondo
Poetas/Tomàs Segovia
"...El susurro del viento errante por la noche
que trae de los trasfondos la efusión solitaria
del tumulto callado de las cosas..."
Dime mujer dónde escondes tu misterio
mujer agua pesada volumen transparente
más secreta cuanto más te desnudas
cuál es la fuerza de tu esplendor inerme
tu deslumbrante armadura de belleza
dime no puedo ya con tantas armas
mujer sentada acostada abandonada
enséñame el reposo el sueño y el olvido
enséñame la lentitud del tiempo
mujer tú que convives con tu ominosa carne
como junto a un animal bueno y tranquilo
mujer desnuda frente al hombre armado
quita de mi cabeza este casco de ira
cálmame cúrame tiéndeme sobre la fresca tierra
quítame este ropaje de fiebre que me asfixia
húndeme debilítame envenena mi perezosa sangre
mujer roca de la tribu desbandada descíñeme
estas mallas y cinturones de rigidez y miedo
con que me aterro y te aterro y nos separo
mujer oscura y húmeda pantano edénico
quiero tu ancha olorosa robusta sabiduría
quiero volver a la tierra y sus zumos nutricios
que corren por tu vientre y tus pechos y que riegan tu carne
quiero recuperar el peso y la rotundidad
quiero que me humedezcas me ablandes me afemines
para entender la feminidad la blandura húmeda del mundo
quiero apoyada la frente en tu regazo materno
traicionar al acerado ejército de los hombres
mujer cómplice única terrible hermana
dame la mano volvamos a inventar el mundo los dos solos
quiero no apartar nunca de ti los ojos
mujer estatua hecha de frutas paloma crecida
déjame siempre ver tu misteriosa presencia
tu mirada de ala y de seda y de lago negro
tu cuerpo tenebroso y radiante plasmado de una vez sin titubeos
tu cuerpo infinitamente más tuyo que para mí el mío
y que entregas de una vez sin titubeos sin guardar nada
tu cuerpo pleno y uno todo iluminado de generosidad
mujer mendiga pródiga puerto del loco Ulises
no me dejes olvidar nunca tu voz de ave memoriosa
tu palabra imantada que en tu interior pronuncias siempre desnuda
tu palabra certera de fulgurante ignorancia
la salvaje pureza de tu amor insensato
desvariado sin freno brutalizado enviciado
el gemido limpísimo de la ternura
la pensativa mirada de la prostitución
la clara verdad crudadel amor que sorbe y devora y se alimenta
el invisible zarpazo de la adivinaciónla
no me dejes olvidar nunca tu voz de ave memoriosa
tu palabra imantada que en tu interior pronuncias siempre desnuda
tu palabra certera de fulgurante ignorancia
la salvaje pureza de tu amor insensato
desvariado sin freno brutalizado enviciado
el gemido limpísimo de la ternura
la pensativa mirada de la prostitución
la clara verdad crudadel amor que sorbe y devora y se alimenta
el invisible zarpazo de la adivinaciónla
aceptación la comprensión la sabiduría sin caminos
la esponjosa maternidad terreno de raíces
mujer casa del doloroso vagabundo
dame a morder la fruta de la vida
la esponjosa maternidad terreno de raíces
mujer casa del doloroso vagabundo
dame a morder la fruta de la vida
la firme fruta de luz de tu cuerpo habitado
déjame recostar mi frente aciaga
en tu grave regazo de paraíso boscoso
desnúdame apacíguame cúrame
de esta culpa ácidade no ser siempre armado
déjame recostar mi frente aciaga
en tu grave regazo de paraíso boscoso
desnúdame apacíguame cúrame
de esta culpa ácidade no ser siempre armado
sino sólo yo mismo.
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